¿qué te impide dar el salto?
Todos tenemos nuestra historia.
Con nuestros momentos felices, con nuestros retos, con nuestro día a día. Tan propio de cada uno pero tan típico para todos.
A ver si te suena mi historia.
Hasta hace pocos años yo vivía en un bucle. Había salido de la universidad, tenía paraje estable, encontré trabajo estable en una administración pública y veía los días pasar. Al principio lo llevas bien, estás acomodado, llegas bien a fin de mes, te puedes dar algún que otro capricho incluso, …
Al de poco tiempo la vocecita interna comienza a impacientarse. ¿Tengo 35 años y ya tengo la vida “resuelta”?
Ya tengo mi familia, ya tengo donde vivir, tengo un trabajo fijo decente, las necesidades más imperiosas están cubiertas, ¿con esto termina todo? ¿Solo cabe esperar 35 años a la jubilación experimentando cada día lo mismo?
Sabía que no quería eso pero el miedo me impedía actuar.
Hasta los 38 no tuve las fuerzas suficientes como para plantearme que podía ganar dinero con las inversiones. Hasta esa fecha no me valoraba lo suficiente como para creer que podría hacerlo. Suena duro pero es verdad. Siempre me he considerado una persona que se valoraba mucho a si mismo pero en el fondo no era cierto.
Incluso desde los 38 años a los 40 estuve dudando de por dónde empezar. Daytrading, trading algorítmico, value investing, …
En vez de coger el toro por los cuernos y empezar a practicar todo lo que iba a prendiendo en cursos, libros, charlas, …lo único que hacía era atesorar conocimiento.
O eso me decía yo a mi mismo.
Antes de haber puesto en juego ni un solo céntimo de mis ahorros me decía cosas como:
– “Este no es mi estilo de invertir, me gusta leer sobre gente que ha conseguido triunfar con el daytrading pero yo no podría.”
– “Warren Buffett es un genio, yo nunca podría hacer lo mismo”.
– “Esta estrategia ya no funciona, ahora el mercado ha cambiado”.
Tenía infinidad de argumentos para no poner mi dinero en juego. Jugaba a no perder.
Durante 2 años aprendía a diario cosas sobre el mercado de valores pero no actuaba. Algunos lo llaman parálisis por análisis, yo ahora lo llamo inseguridad en uno mismo.
Aunque los argumentos que arriba he comentado tengan validez, aun así, millones de personas ganan dinero (pero dinero de verdad, no un par de miles de euros) en esto de las inversiones. No tienes que ser el mejor inversor del planeta, tampoco tienes que invertir en las empresas más conocidas del mundo (si no quieres).
Solo tienes que comprometerte contigo mismo y valorarte como el que más. ¿Acaso tú eres menos que cualquiera de los que gana decenas de miles invirtiendo?
Claro que no. Tú trabajas duro todos los días para ganarte el pan.
Yo también lo hacía, pero no empecé hasta los 40 años.
Alguno me ha preguntado si me arrepiento de no empezar antes. La respuesta es sí, pero no.
Sí, porque si empiezas muy pronto tienes una ventaja extraordinariamente injusta de ganar mucho dinero frente a los que empezamos tarde.
Pero por otro lado, si no hubiera empezado tarde no tendría que recuperar el tiempo perdido con mayor rentabilidad.
Si hubiera empezado pronto, seguro que me hubiera conformado con indexar mi dinero y sacar un 10% al año más dividendos. Ahora busco el doble por lo menos, y gracias a mi esfuerzo, lo estoy consiguiendo.
Puede que no hayas probado las small caps por diferentes razones a las mías, aun así te recomiendo que te plantees seriamente la gran oportunidad que son. ¿Para una vez que David tiene ventaja sobre Goliat, no la va a utilizar?
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