como conducir un coche

Hoy por la mañana volvía con el coche después de haber dejado a los niños en el colegio y me he cruzado con el típico primerizo al volante con la “L” pegada en el coche. En ese momento me he acordado de cuando empecé las clases de conducir.

Tuve la suerte de que mi profesor de prácticas era mi propio tío. Buen profesor y de confianza. Aún así, todavía recuerdo con nostalgia cuando pensaba que en la vida iba a poder coordinar todos los movimientos necesarios para conducir de una manera medianamente digna. Mira el retrovisor, atento a la velocidad, vigila los peatones, cuidado con el bache…

Ahora, 25 años después de sacarme el carné, voy relajado, cantando incluso, observando el paisaje de vez en cuando… vamos que he podido llegar a disfrutar del viaje, no solo mi conducción es digna de un ser humano sino que es agradable y relajante incluso.

Es algo parecido a lo que me ha ido ocurriendo estos últimos 5 años con mis inversiones. La primera vez que hice una compra un sudor frío caía por mi cara. También recuerdo mi primera caída en el precio de compra del 2 o 3%. Creía que se acababa el mundo. 

Ahora si una de mis posiciones cae un 8% en el día pero mi plan sigue intacto, sigo haciendo mi vida como si no hubiera pasado nada.

A todo te acostumbras. A conducir un coche, a ganar un 2% por tu dinero en el banco, a sacar una rentabilidad del 10%, y a ganar el doble también.

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